La señora Margarita Vega cuenta como Globovisión la hizo caer en pánico y creer que su apartamento en Alto Prado sería expropiado, empujándola a vender apresuradamente.
"Perdí mi casa por creer en ellos", dice. Considera que las personas que ven ese canal viven angustiadas y necesitan ayuda...
En Venezuela, la Tv ha modificado la vida de muchas personas. A Margarita Vega se la cambió Globovisión. Ella pasó 18 años en Italia, España y otras partes de Europa. Al regresar al país, en 2006, ese canal logró manipularla al punto de hacerla perder su apartamento en Alto Prado. Este es su testimonio.
—¿Qué fue lo que le sucedió?
—Yo conocía poco de la realidad de Venezuela porque viví 18 años en Europa, donde me casé con un suizo.
Mi familia siempre ha sido de izquierda y yo crecí con esa inclinación, pero sin militar en ningún partido ni votar en elecciones aquí.
Cuando hablábamos de Venezuela, mi familia me contaba lo bien que estaban las cosas, pero en Europa la información del grupo Prisa decía todo lo contrario. Toda era y sigue siendo contra el gobierno de Chávez. Años después decidí venirme y comencé a ver Globovisión, porque difundía cosas similares a las informaciones que conocía.
Mi familia me hablaba bien del gobierno, pero este canal captó mi atención y me convenció de que decía la verdad.
—¿Cómo estos hechos la llevaron a perder su apartamento?
—Yo veía mucho Globovisión y RCTV, en especial a Leopoldo Castillo y Miguel Ángel Rodríguez. Recuerdo la angustia que me hacían sentir con el tema del impuesto al lujo y el peligro que corría la propiedad privada. Que todos debíamos vivir iguales y luego hablaban de los barrios, etcétera. En ese momento yo no razoné y fue cuando pensé que mi apartamento, por encontrarse en Alto Prado, sería expropiado por el Gobierno. Así que busqué la forma de vender lo antes posible.
—¿Por qué no pidió apoyo de su familia?
—Estaba muy asustada. Sentía que estaba en riesgo mi casa y que mi familia no me entendía. No sé por qué dude de ellos. Así que decidí vender rápido y a escondidas. Ese apresuramiento me llevó a hacerme víctima de otro engaño y por temor a no acudir a los tribunales decidí esperar a ver cómo resolvía. Al final resulté estafada por un grupo de abogados familiares del comprador.
—¿Cuándo se dio cuenta de que Globovisión influyó en la pérdida de su vivienda?
—Cuando entendí que había vendidopor un temor infundado, influenciada por los medios de comunicación.
Entendí que las ideas que me hicieron tomar la decisión sobre mi casa fueron en respuesta a una realidad que no existía y en la cual creí por ver Globovisión. Ahí fue
cuando comencé a leer la página aporrea.org, por recomendación de mis hermanos. Luego empecé a ver Globovisión de forma crítica. Después dejé de verlo, oyendo a mi familia, observando la realidad, despertando. Esto significó para mí un proceso fuerte. Fue un gran impacto saber que estuve manipulada.
—¿Qué piensa hoy de ese canal?
—Que son unos sicarios de la comunicación, unos delincuentes que acosan a la gente al punto de enloquecerla. Yo perdí mi casa por ese canal, por creer en ellos, en Leopoldo Castillo y todos sus invitados.
Por creer en la realidad que ellos plantean. Y quizás mucha gente ha perdido otras cosas y les da vergüenza aceptarlo.
—¿Qué realidad era esa en la que usted creyó?
—Una llena de mentiras, que no existe. De un país diferente al que realmente tenemos. Creí que el proceso me quitaría mi casa y yo misma la perdí. Por ello me molesta, me llena de rabia e impotencia que Globovisión siga impune. Y me indigna que yo como ciudadana no tenga las herramientas para hacer justicia ante la manipulación de la
cual hacen víctima a una parte del pueblo venezolano.
—¿Qué piensa ahora del presidente Chávez y de la Revolución
Bolivariana?
—Que él está haciendo numerosas cosas buenas por el país. Que aún falta hacer un montón, que hay situaciones criticables dentro del proceso y gente que se aprovecha y no hace lo correcto. Pero el Presidente es un ser humano y necesita apoyo de todos para continuar corrigiendo los errores.
"Globovisión me arruinó"
Nombre: Margarita Vega
Lugar de nacimiento: Santa Marta, Colombia. Nacionalizada en Venezuela
Fecha de nacimiento: 16 de septiembre de 1955 Edad: 53 Años
La señora Margarita Vega expuso cómo el canal opositor la manipuló al punto de hacerle perder su vivienda
Hoy intenta comenzar de nuevo, pero asegura arrastrar duras consecuencias
—¿Considera que sus nervios y angustias desaparecieron?
—Psicológicamente eso nos sigue afectando. No sólo en la forma de pensar, sino en nuestras conductas, en las cosas que nos llevan a hacer.
Creo que superé la manipulación, pero el daño que me causó Globovisión es irreversible. Perdí mi casa y a mi edad es difícil comenzar de nuevo. ¿Cómo hago yo ahora para tener una vivienda? Es complicado. A veces lamento mucho lo que hice.
Pero estoy tratando de seguir adelante. Los errores a los que me llevó Globovisión quizás no los pueda enmendar. Pero he decidido a poyar el proceso y tratar de ayudar a quienes puedan estar pasando por una situación similar.
—¿Por qué considera que necesitan ayuda?
—Porque son personas muy angustiadas, nerviosas. Viven con mucho temor de una realidad que no existe, en la incertidumbre, con mucho miedo y no son felices. Yo, que pasé por eso, sé que uno debe ir por debajo y mostrarle los logros paulatinamente para que vayan descubriendo la verdad. No podemos ser frontales, porque ellos están a la defensiva. Tenemos que entender que para cualquier ser humano es muy doloroso sentirse defraudado de uno mismo. Así que evitarán tener que afrontarlo. Necesitan mucha ayuda para superar esa manipulación y debemos ser muy inteligentes al abordarlos. Hoy por hoy, la señora Margarita Vega colabora con organizaciones sociales. Una de ellas, Los Sin Techo. Aún sigue nerviosa y manifiesta vivir con miedo. Asegura que le teme a la gente que hace Globovisión.
Incluso desconfía de los periodistas, por lo que atendió al equipo de Ciudad CCS con algo de desconfianza. Piensa que quienes hacen Globovisión son capaces de todo y en ocasiones cree que pueden llegar a agredirla físicamente. Quizás ella aún no haya superado ésta situación del todo. Pero sí afirma tajante:
"Una vez que abrí los ojos lamenté no haber hecho nada en concreto por la transformación de mi país. No hay mal que por bien no venga. Yo habré perdido mi casa, mi estabilidad, pero gané un compromiso con mi país y ahora trabajaré para ello. Si mi lamentable experiencia sirve para ayudar a quienes sean víctimas de ese terrorismo comunicacional, todo habrá valido la pena."
Luis Araujo
Ciudad CCS
Batallon 715.
"Luis Beltran, Prieto Figueroa".
La Urbina.
Petare.